Friday, April 22, 2005

Sí de Clarín: Shirley Manson

De Clarín Digital. Sólo lo posteo porque van a sacarlo de la página en breve.



Después de 4 años de silencio, la cantante de Garbage explica las claves de su nuevo disco ("Bleed like me"), donde rockea con los dos temas que la obsesionan: el sexo y la política.


Txt. Nicolás Artusi.
nartusi@clarin.com



Uno se la imagina de negro, montada a los tacos aguja y, en las fantasías más arriesgadas, con la garra de una mujer-pantera. "Shirley Manson no tiene una belleza convencional y eso hace que no puedas sacar la mirada de encima de ella", dice la periodista inglesa que entrevista a la cantante de Garbage en Londres, pero yo no entro en hipnosis porque hablo con Shirley por teléfono y, como única seña personal, noto que pronuncia las errrrrres con el fervor de una institutriz austríaca. "Su cara recuerda a Picasso en su fase cubista", describe la inglesa: "Elegantemente angulosa, con labios fruncidos y ojos delineados un poco demasiado separados". Shirley es una pinturita: a veces Picasso y otras, la del Payaso Triste que cuelga en el living de la tía Delia.

—Te definieron como una "mezcla de sensibilidad glam y pesimismo escocés". ¿Estás de acuerdo?

—Soy escocesa y tengo una veta pesimista pero eso es propio de alguien que vive en una cultura empapada de pesimismo. Vivimos en un clima muy duro, llueve siempre. ¡Vivo pensando en un desastre inminente!

(Si no le gusta la lluvia, qué duro habrá sido dejar Edimburgo, "mi hogar oficial, donde recibo los impuestos", y mudarse a Wisconsin, el desierto blanco americano donde filmaron Fargo: "Aunque hoy viajo como una nómade... ¡soy una gitana del rock and roll, baby!").

Volviendo a la definición, más difícil será que acepte lo del glamour sensible: "No, no. No me identifico con la forma en que la gente me percibe". Lo dice: a) la pop model de Calvin Klein y cosméticos MAC, la dueña de uno de los rostros más fashionistas de Europa; b) la que en su último tema (Why Do You Love Me) aclara: "No soy tan linda como las chicas de las revistas".

—Ahí salen seres humanos que no tienen nada que ver con la realidad. Nadie tiene los abdominales marcados como una plancha de ravioles. Y todos somos culpables al compararnos con esa idea de belleza. Aunque no sé cómo es en la Argentina, donde hay gente muy linda...

¿Está siendo irónica? Shirley se monta en su personaje preferido: es la dominatriz del rock que grita con la fuerza de la que estuvo callada a la fuerza. Garbage no saca un disco desde hace cuatro años, cuando un quiste en las cuerdas vocales la dejó literalmente muda. Si Gudrun, la protagonista de The Raspberry Reich (la última sátira porno de Bruce LaBruce: está en el BAFICI) se cansa de la vida burguesa y propone la revolución amatoria, Shirley parece seguir los pasos de aquella anarquista del amor y aclara su plataforma: "Todo es sobre sexo y política".

—Hablás de amor, engaño, traición... ¿qué te pasó en estos cuatro años?

—Tuve la misma cuota de problemas que todo el mundo. Y supongo que eso salió a la luz en estas canciones, pero no todas son autobiográficas.

—¿Son un estudio sobre las crisis amorosas de los treinta y pico?

—No, para nada. El disco habla de una lucha por aceptarnos a nosotros mismos, con defectos y vulnerabilidades, pero no del amor perdido. Muchos temas son políticos, como Metal Heart, que es una canción antibélica.

—¿Está inspirada en la guerra de Irak?

—Sí. La escribí pensando en lo que debe sentir un soldado al llegar a Irak y darse cuenta de que las razones que le dieron no son ciertas, que lo engañaron. Fue una guerra loca y Bush y Blair se comportaron de una manera irresponsable e inhumana.

—También decís que el verdadero enemigo no es el sexo...

—Claro: Sex Is Not the Enemy es una canción de fiesta y tiene que ver con el sexo y la política, sobre todo con referencia a EE.UU., donde hay un avance de la derecha moralista y una firme decisión de Bush de atentar contra los derechos reproductivos de la mujer y de quitarles a los gays el derecho a casarse.

—Garbage nació hace 10 años: ¿te sentís una sobreviviente de los '90?

—Me siento una sobreviviente y punto. Hago discos desde los '80, tengo suerte porque tengo éxito. Me considero una privilegiada porque es poco frecuente en esta industria que una mujer tenga una carrera tan larga...

Shirley evangeliza con la convicción del exitoso comprometido (sí: Bono es uno de sus mejores amigos). En esta época aprovecha cada micrófono para hablar de sexo progre o para desconfiar de Bush & Blair. Y si al lanzar el disco Version 2.0 (1998) reconocía las conspiranoias como fuente de inspiración ("tiene influencias de Patti Smith y Kraftwerk, pero también de películas como La conversación o El embajador del miedo"), hoy directamente se asume: "Esta es mi mejor definición: soy liberal y paranoica".

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